Gran Buda americano (Panóptica del exceso)
I
Mi bautismo fue en el Golden Corral de Sierra Vista
lo recuerdo:
bajo 5 mil watts
de una luz con potencia atómica
un camposanto de pollos
nos devuelve su plateada sonrisa,
hay
apenas plumas pedazajos
de piel achicharrada,
pero ni un solo muslo
para los cachorros ruidosos
diletantes del consumo,
de la nada.
ALL YOU CAN EAT
por solo $tualma.99
II
Imagine there's no chicken
porque de pollo frito dos montañas
seven steaks cual pirámide texana
medium term
este hommie
en dos mesas pegadas
tiene su cena, la última dos veces
multiplicado el pan y los peces
nomás para él
en silla doble 4x4
sonrosado cual tímido ocaso
grande acaso como 24 apóstoles y dos veces Jesús
risa de obús,
manos de pan
amigo
de todas las meseras
padrino
del hijo de la güera
bonachón sin parangón
en toda esta ciudad pop-up
veterano
de la tropicalísima guerra
kamikaze
en las venas coronarias
cirujano
del estofado que quieras
Gran Buda americano
dios
de la acumulación originaria.
III
Y nosotros
entre vítores y maravilla
tantas cosas tan buenas
tanta carne
'ira,
échale salsa inglesa
¿a qué?
A todo hasta las papas
mi papá
contrabandeó una habanera
porque aquí nada enchila
dice
que nada es de a de veras,
aquí tenemos que cambiar de plato
qué loco
y hay nieve
puedes agarrar toda la que quieras
toda la nieve
todo el pastel
todos los steaks
todo el pan con mantequilla
toda la verdura, pero eso qué
hay hasta pizza aunque está mala.
Todo
qué palabra tan extraña para nuestras boquitas de Play-doh
todo
todo
hasta dónde terminará de extenderse
todo
y nada coexistiendo de algún modo
en los estantes
y nosotros,
creíamos que nuestros deseos no tenían fin,
creíamos que nuestra hambre era planetaria
vimos en la interminable barra de comidas
lo diminutos que eran nuestros sueños de hierba y codorniz
conocimos la exuberancia como ataúd
el hartazgo
la inquietante infinitud,
nos dimos cuenta de que éramos pedestres y vanos
animales humanos
salivando
frente a la parrilla.
IV
Y él, su santidad trailera,
parado ahí frente a nos
en la fila del postre
monster
troca
ocaseando la tarde entera
Y nosotros
devotos de su circunferencia
cada quién su culto
mis primos, por ejemplo, lábiles y ocultos
decían chistes hirientes en nuestro idioma mojado
y yo en silencio
observaba sus manazas moverse
servirse obnubilado
en un ritual de óleos
generosa con creces
rebanada de pay de zarzamora
y cuando
el iluminado
puso su plato bajo la máquina de nieve
y enterró
como si puliera el horizonte de algún valle
la rebanada bajo blanca dulzura
dijo ice cream
y todo se hizo nieve de sweet sweet vanilla.
Las puertas del NIRVANA
abiertas frente a nosotros
en esa imagen
para solo los audaces,
los dispuestos
los de ojos bien abiertos.
Algunos eligieron no ver,
otros fueron parciales
eclécticos
yo seguí las tablas al pie de la letra:
pay,
montaña de nieve encima.
Y él
en su camino de regreso
en su infinita gracia
al ver con sus ojos grisáceos
mi tributo erigido
marmóleo, opulento, excesivo
puso su mano en mi cabeza
y enunció
“Gran buda americano soy
amo de tu país y el mío,
del ayer y el hoy
de planicies y canales
unjoté de las mil mantecas
provenientes de los 4 puntos cardinales”.
Amén
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